La Solemnidad de Jesucristo Rey (24 de noviembre de 2024)

Hoy celebramos la Fiesta de Cristo Rey. San Francisco de Sales decía que fue por obra de la inspiración divina que la palabra “rey” fue escrita en la inscripción que yacía sobre la cruz de Jesús.  Al respecto, él añade lo siguiente:

Nuestro Señor vino a este mundo como pastor, y como el Rey de los Pastores. Los Pastores representan a todos aquellos que se han comprometido a llevar una vida sagrada. En ese sentido, todos somos pastores, y Nuestro Señor desea favorecer a todos los que son como Él.  Como buen y amoroso Pastor de nuestras almas, que son sus ovejas, Jesús vino a enseñarnos lo que debemos hacer para que podamos alcanzar la plenitud a través Suyo. Él vino a restablecer aquello que se había perdido, y nunca nadie ha sido traicionado por Él.

Jesús, en condición de rey, fue llamado a convertirse en Salvador, y fue Su deseo que otros compartieran también la gloria de transformarse en líderes, particularmente Su santa Madre. Jesús hizo posible que la bondad de Dios fuese más abundante que la maldad. El superó a la muerte, la enfermedad, las grandes dificultades, y el abuso de los deseos sensoriales. La obra de Jesús es verdaderamente sanadora, sobre todo cuando toca nuestra miseria y la hace digna de amor. Cuando nosotros poseemos el amor de Dios, estamos facultados para participar en la obra de nuestro Salvador.

Dios quiso salvar al pueblo Hebreo a través de Abraham, Isaac, Jacobo y de otros profetas. Pero el momento en que podemos ver realmente el deleite y la preocupación de Dios por este mundo, es cuando nos envía a nuestro Salvador Jesús. Nosotros sembramos la vid para poder cosechar sus frutos, aun cuando las hojas y las yemas preceden a ese fruto. Del mismo modo, a pesar de que Nuestro Salvador ocupaba el primer lugar dentro del plan eterno de creación de Dios, la vid (el universo) fue sembrado primero. Es por esto que a Jesús se le denomina “el primogénito de toda la creación”. Como hojas o como flores, las múltiples generaciones que precedieron a Jesús prepararon el camino para Él.  Qué felices nos sentimos todos cuando escogemos a Jesús como nuestro líder, aquel que nos provee una paz y tranquilidad incomparable siempre y cuando nos decidamos a seguirlo. Nuestro Salvador nos demuestra que el mal jamás podrá vencer la majestad de Dios, sino que al contrario, Su bondad será la que vencerá a la maldad: Tal es la obra de un verdadero Rey.

(Adaptación de los escritos de San Francisco de Sales, Los Sermones, Ediciones L. Fiorelli, OSFS)

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